El Gran DT ya da vergüenza!
Si hoy pensabas comprar Clarín por el "Suple Gran DT" no gastes $50 de gusto! Sólo se publicó en el "Suple" los planteles y nada más... Además en el diario Clarín de hoy domingo 12/03 no publicaron las fichas de los partidos de ayer sábado por lo que no tendremos esos puntajes, una vergüenza de estos muchachos que cada vez menos importancia le dan a este juego y pensar que ganan millones de pesos a costilla de nosotros, los que jugamos, y pagamos pines, packs premium y ahora también el gran robo de los Torneos de Amigos por premios en los cuales Gran DT nos roba el 50% de lo que pagamos. Lentamente va muriendo el juego por culpa de estos tipos. Aclaro también que dan un viaje a España al campeón del torneo (y un amigo... antes eran 3 amigos...) cuando deberían estar dando DINERO EN EFECTIVO, y mínimo $300.000 para el campeón! A quién le importa un viaje hoy en día? Dan un viaje porque se lo pagan los sponsors y no sacan un misero peso de sus bolsillos!!! A mi me encanta este juego, por eso creé Planeta Gran DT, para ayudar a los que lo juegan pero de Clarín se han vuelto unos ladrones, otra cosa no puedo decir, y lo lamento... Ojalá cambie pronto todo esto, pero a este paso lo dudo, Gran DT desaparecerá porque no va jugar más nadie... Una lástima...
by http://www.planetagrandt.com.ar/
ASHTONIZADA
Hello, stranger.
martes, 14 de marzo de 2017
viernes, 19 de junio de 2015
El que salta es de la B
Siempre
me definí como una bostera enferma, pero creo que con lo que hice ya me curé.
El
domingo era un día más de fútbol para todos. Sin embargo, para mí ese día era
una forma de dejar de sentir que estoy enferma por Boca Juniors. Caminaba con
ellos, un grupo compuesto por mi mejor amiga, la prima de Córdoba, mi novia y
el novio de mi amiga. Todos gallinas amargas, o sea hinchas del equipo que
siempre me cayó muy mal. Estoy hablando de riBer y así está bien escrito.
Ese
domingo las gallinas jugaban contra Rosario Central que al igual que Boquita
también es azul y amarillo. Aunque Boquita es azul y oro, en realidad... Ese
día me predispuse a realizar todo ese ritual típico de ponerme ropa de cancha,
levantarme sabiendo que no era un día cualquiera. Sino que ese domingo volvía a
ver un partido en el mismísimo gallinero... Claro, el tema era que esa cancha
era la de Riber. El club que no me banco ni un poco. Salude a mis amigos
gallinas y le di la mano a mi novia. Tomamos la línea veintinueve que pasa por
Avenida del Libertador. Cuando bajamos del colectivo ya sabía que faltaba muy
poco para llegar. El frío era cada vez más fuerte, porque la temperatura
descendía rápidamente y las ganas de vomitar iban en aumento. Caminar
significaba tener más y más nervios que me inundaban todo el cuerpo. En el
camino ella nunca me soltó la mano, sabía que lo que yo estaba viviendo no era
algo de todos los días. Porque ni siquiera ella había vivido algo así.
Pasamos
dos controles y el tercero era el último cacheo antes de entrar. Se me acercó y
me descoló con su pregunta de cuántos años tenía. La poli era rubia artificial,
estaba vestida de azul. Respondí enseguida que tenía veintisiete y mientras
tanto el agente me hacía un redondeo de mis pequeñas e insignificantes tetas.
Porque aunque yo creía que no tenía ninguna existencia de repente esta rubia le
daba mucha vida a mis pechitos comunicativos.
Sus
manos bajaron y me acariciaron por un segundo la cola. Listo. Se terminaba la
tortura. Lo que no imaginaba era que eso no había sido nada de nada. Faltaba
mucho todavía en ese día inhabitual.
Aceleramos
la marcha y pasamos por fin las entradas por el molinete. Eran tarjetas
plásticas iguales como una de crédito, pero que ésta sólo te dejaba entrar al
gallinero esa tarde y nada más.
Empezábamos
a subir las escaleras hasta que por fin llegamos a nuestra ubicación:
Centenario, media. Era techada y gracias. Buscábamos un lugar para sentarnos y
en ese momento veo una cara conocida. Era mi primo, lo abracé, pero él tardó
unos segundos más que yo en reconocerme. Nos saludamos rápido y enseguida se
perdió entre todas las gallinas que pululaban allí.
Nos
ubicamos en el pasillo de escaleras. Estábamos parados los cinco juntos. El
partido comenzó y yo me quedé dura cuando todos saltaban y saltaban cantando: —el
que no saaaltaaaa abandonóooo. Enseguida, improvisé para mis adentros: —el que
salta es de la B, el que salta es de la B. Entonces, me quedé quieta. Sólo sonreía
porque yo repetía mentalmente: "el que salta es de la B, el que salta es
de la B", pero sin proferirlo. Ellos gritaban su cantito. De esa manera
ambos estábamos pasándola bien. Tanto ellos como local y yo de visitante.
Yo soy
de Boca y escuchar esas canciones por más de una hora fue tremendo. Lo único
bueno era que estaba con mis amigos y mi novia ultra y archi fanática de riBer.
Las
canciones seguían y seguían sonando. Mis amigos seguían cantando. Eran pequeños
dolores que me repercutían en todo el cuerpo. Los odiaba a todos, pero me
contuve. Aunque mi mente les cantaba: "vos soooos de la Beeeeeeee, vos soooos
de la Beee, vooos sooos de la Beee". Ahí me dibuje una sonrisa y me
mimeticé con el resto.
El
partido terminó, aplaudí el triunfo de las gallinas sobre el canalla, que no me
hizo ninguna gracia. Tampoco sentí un sufrimiento, tampoco era algo
insoportable.
A mis
amigos les decía que se sacaran la foto en la be larga, que era un sector de la
cancha señalado con esa letra. Me acuerdo y me río de ese chiste que les hice.
Si lo
pienso sé que fui a ver ese partido para ver qué era lo que podía sentir
mientras estaba y presenciaba todo ese momento, con toda esa gente. Como hincha
de Boca que soy, sé cómo hay que comportarse. No soy alguien que se
autodenomina hincha de Boca y les tira gas pimienta a esos jugadores de plumas
blancas y cresta roja que me pregunto todo el tiempo si ponen huevos. La verdad
es que sé comportarme cuando visito la casa de un hijo, bobo, pero hijo al fin.
by Ashtonizada
miércoles, 15 de abril de 2015
Como vos
Todo el tiempo te respondo como vos cuando terminas de decirme: "qué hermosa que sos". Me pregunto por qué no soy yo la que te lo dice, por qué espero a que me lo digas, por qué no te lo digo si lo pienso. No me animo. A qué no me animo me vuelvo a preguntar. Si esta persona me quiere y yo la quiero. Me gusta, me encanta, la amo.
Al fin, lo dije. Por primera vez en la vida lo pude decir cuándo lo sentía y no espere a que me lo digan. Está vez lo dije yo. Se lo conté y eso fue increíble para quien lo escuchó y para mí que lo enuncié.
Al fin, lo dije. Por primera vez en la vida lo pude decir cuándo lo sentía y no espere a que me lo digan. Está vez lo dije yo. Se lo conté y eso fue increíble para quien lo escuchó y para mí que lo enuncié.
viernes, 13 de febrero de 2015
Por Amor al Arte
Estribillo
Y apareció en tu vida
la chica de tus sueños
tu princesa herida
y ella curó tu infierno
lo que tú no sabías
que aunque nacieras princesa
no querías un Romeo
esperabas a Julieta
TREMENDOOOOOOO
No sé cómo es que ocurren estas cosas, no sé qué tenía que dejar de hacer para que no pasará lo que pasó.
Evidentemente no pude leer las señales que otros vieron sin ningún problema... bastante bolu... pero bueh, ya está. Pasó y eso para mí es re positivo. Quiero verlo así, porque así me siento mejor. Así, estoy más suelta, más libre, sin miedo, sin nervios, sin incomodidades, sin condicionamientos. Más relajada, más tranquila, sin presiones y con sonrisa extrema :D
viernes, 16 de enero de 2015
Cuando no estás
Cada vez que llegás no te hago una fiesta, pero te recibo con mucha alegría. Ansío el momento de hospedarte, de tenerte conmigo, porque nos vemos muy irregularmente.
Aunque, tampoco te extraño, pero me volvés loca. A partir del día once que empezás a demorarte empiezo a caminar por las paredes. No me atrevería nunca a leer portales de Internet, para buscar la razón de tu impuntualidad porque caería desmayada de tanta pavada escrita. Sin embargo, sí existe alguna posibilidad -en un millón, pero existe- de que sea verdad lo publicado. Eso me revuelve el estómago y me provoca un miedo que se expande desde mi cabeza hasta los meñiques de mis pies.
Entonces, es ahí cuando más vulnerable me siento. Mis días se vuelven interminables y la susceptibilidad la vivo en carne propia. Me pregunto qué hice para que no te dignes a venir de una buena vez. Me quitás el sueño, doy vueltas en la cama, te llamo con la mente, con mis pensamientos y hasta a veces lloro porque no estás, porque es el momento en que tendrías que estar conmigo y no lo estás. Te necesito, no sé en que estación estás o cuánto te falta para llegar a casa, pero te necesito. Se supone que me ayudás a generar más anticuerpos, aumento de peso, pero quiero que estés conmigo. No importa que me impidás tener intimidad. Lo que importa es que estés conmigo, cada tanto, pero conmigo al fin.
Todo se resuelve cuando te veo llegar, quizás demasiada ruborizada. Capaz es la vergüenza que tenés o el miedo a que me enoje con vos.
Qué locura el cuerpo humano, que a veces sonríamos con verla a ella, apenas, rojita.
Aunque, tampoco te extraño, pero me volvés loca. A partir del día once que empezás a demorarte empiezo a caminar por las paredes. No me atrevería nunca a leer portales de Internet, para buscar la razón de tu impuntualidad porque caería desmayada de tanta pavada escrita. Sin embargo, sí existe alguna posibilidad -en un millón, pero existe- de que sea verdad lo publicado. Eso me revuelve el estómago y me provoca un miedo que se expande desde mi cabeza hasta los meñiques de mis pies.
Entonces, es ahí cuando más vulnerable me siento. Mis días se vuelven interminables y la susceptibilidad la vivo en carne propia. Me pregunto qué hice para que no te dignes a venir de una buena vez. Me quitás el sueño, doy vueltas en la cama, te llamo con la mente, con mis pensamientos y hasta a veces lloro porque no estás, porque es el momento en que tendrías que estar conmigo y no lo estás. Te necesito, no sé en que estación estás o cuánto te falta para llegar a casa, pero te necesito. Se supone que me ayudás a generar más anticuerpos, aumento de peso, pero quiero que estés conmigo. No importa que me impidás tener intimidad. Lo que importa es que estés conmigo, cada tanto, pero conmigo al fin.
Todo se resuelve cuando te veo llegar, quizás demasiada ruborizada. Capaz es la vergüenza que tenés o el miedo a que me enoje con vos.
Qué locura el cuerpo humano, que a veces sonríamos con verla a ella, apenas, rojita.
martes, 16 de septiembre de 2014
Con los ojos cerrados me ves mejor
Un beso se puede dar con los ojos cerrados.
Cuando sabés que se viene un pelotazo también cerrás los ojos.
cuando pedís un deseo pareciera que si cerrás los ojos, te concentrás más y capaz se te cumple.
Cuando sabés que se viene un pelotazo también cerrás los ojos.
cuando pedís un deseo pareciera que si cerrás los ojos, te concentrás más y capaz se te cumple.
domingo, 3 de agosto de 2014
Ya sabés que nombre rima con piel
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